miércoles, 20 de junio de 2012

Ho ian, trajes y playas ( Vietnam parte 2)

La partida hacia Ho ian fue multitudinaria, ya que además de los más de 30 que estábamos viajando juntos de forma libre en Vietnam, se sumó que en el aeropuerto nos encontramos con el grupo de viaje, que se iba en el mismo avión que nosotros.
El avión aterrizó en Da Nang, una pequeña ciudad a unos 30 kilómetros de Ho ian, con lo cual apenas llegamos tomamos una van para poder ir allí.
Llegamos sobre el mediodía y nos dispusimos a buscar un lugar donde alojarnos. Encontramos un hotel muy lindo con piscina a 8 dólares la noche.
Nos instalamos e hicimos uso de la piscina para por la tardecita salir a recorrer las tiendas de la ciudad. Ho ian, es famosa por tener muchas tiendas donde se hacen la ropa a medida de un día para el otro y es muy barata. Trajes y vestidos de fiesta son las cosas más pedidas por los turistas que allí llegan.
Muchos aprovecharon las increíbles ofertas que tenían las tiendas y se llevaron trajes y otras más de un  vestido de fiesta.
Por la noche salimos a recorrer un poco más sus calles y cenamos en un restaurant cerca del hotel. En el camino nos cruzamos con más de una decena de ratas! La ciudad tiene partes muy lindas pero es muy sucia, debe ser la ciudad más sucia en la que hemos estado.
Al otro día alquilamos unas motos para recorrer más sus alrededores y conocer sus playas. Primero fuimos a la playa que estaba a unos 4 kilómetros de donde nos quedábamos. La playa es muy bonita, tiene muchas palmeras que hacen que uno no se achicharre allí, sin embargo no es tan linda como las playas que vimos en Filipinas.
Allí en la playa  alquilamos unas motos de agua y estuvo muy divertido…quienes no la pasaron muy bien, fueron quienes nos las alquilaron ya que, supuestamente pasamos muy cerca de algunos bañistas que fueron a quejarse de nosotros.
Por la tarde recorrimos en las motos todos sus alrededores, paseamos por la rambla, fuimos hasta un faro, bordeamos el río que atraviesa la ciudad y  terminamos en la parte antigua de la ciudad, la cual me hizo acordar mucho a Colonia del Sacramento.
Por la noche fuimos a cenar a un restaurant a la orilla del río, que era muy pintoresco y en el cual vendían los chop de cerveza a 4 pesos uruguayos!
El último día en Ho ian lo dedicamos a hacer una excursión a Hué, donde visitamos la ciudadela y el palacio real. Realmente era una belleza el lugar, pero el calor que hacía ese día hizo que no lo disfrutáramos tanto. Realmente estaba insoportable, con lo cual decidimos regresar antes al hotel y aprovechar un rato más la piscina.
Al día siguiente en la mañana partimos hacia la capital del país, Hanoi.

Apocalypse Now (Vietnam parte 1)

Es difícil escribir después de tanto tiempo, pero problemas con la computadora hicieron que no pudiera escribir durante este tiempo. Probablemente en estos relatos se me pierdan varios detalles.
Llegamos a Ho Chi Minh, en las primeras horas de la noche. El ómnibus nos había dejado a unas cuadras del hostel que habíamos reservado el día anterior. Estaba situado en una calle llena de hostels similares y donde había varios boliches que hacían que la calle tuviera continuo movimiento.
 Lleno de extranjeros, que ocupaban las veredas sentados en pequeñas mesas y sillas  donde la idea era tomar alguna que otra cerveza (a un precio que no superaba los 10 pesos cada una)  e intercambiar alguna que otra palabra con ellos. Vendedores ambulantes y artistas callejeros que hacían malabares con fuegos y serpientes adornan la pequeña y pintoresca calle.
La entrada de nuestro hostel era la de un supermercado que abastecía con cerveza toda la noche a los extranjeros que paraban en la vereda.
Apenas llegamos acomodamos las valijas y nos dispusimos a recorrer un poco esa hermosa calle y contratar con alguna agencia turística el paseo para ir al otro día a los túneles Cu Chi.
Fuimos en una excursión bien temprano en la mañana, donde el 80% de los integrantes de la misma, eran uruguayos. El guía hablaba bastante bien el inglés para lo que estábamos acostumbrados y constantemente hacía chistes, lo que hizo la visita muy entretenida y didáctica a la vez.
El lugar está muy bien ambientado para los turistas y uno tiene la posibilidad de ver como el viet- cong, resistía los ataques de los americanos. Sin dudas, con mucho más ingenio que poderío armamentista, realmente increíble como sobrevivían y contraatacaban los ofensivas yankees. Uno no puede creer que pasaran años debajo de la tierra en condiciones inhumanas.
Pasamos toda la mañana recorriendo el lugar y pasado el mediodía regresamos a la ciudad para poder recorrer el museo de la Guerra.
 El museo es muy completo y por momentos a uno se le eriza la piel al ver determinadas fotos, sobre todo las fotos de las víctimas de los ataques con orange, un potente ácido que destruía a las personas y dejaba totalmente deformes. Muy cruel…
A la tardecita pasamos a recorrer el mercado central y recorrimos un poco las calles de la ciudad que realmente son un caos, de la cantidad de motos que hay y ninguna respeta ningún tipo de señal de tránsito. Cruzar las avenidas es una verdadera odisea!
Por la noche decidimos conocer un poco más de la movida nocturna y paseamos un rato por la callecita de los boliches y después fuimos a uno con un nombre muy sugerente… Apocalipsys Now!
Al otro día nos dedicamos a recorrer el mercado ya que el día anterior casi no habíamos podido ver nada porque cuando llegamos estaba cerrando. Fuimos temprano, ya que por la tarde queríamos hacer la encomienda.
El mercado a pesar de no ser el mercado de la seda de China tiene muchísimas cosas y a precios muy accesibles.
Luego de realizar todas las compras fuimos a embalar todas las cosas para hacer la encomienda. Cuando llegamos a la post offfice, nos dijeron que la podíamos mandar pero sólo por avión y nos costaba 500 dólares los 20 kilos!!
 Todos estábamos muy pasados de kilos en las valijas y era fundamental  mandarla, así que empezamos a recorrer todos los lugares desde donde podíamos hacer encomiendas en la ciudad.  Finalmente y cuando terminaba la tarde encontramos uno que nos la mandaba por barco a un precio accesible. Pero habíamos perdido la posibilidad de conocer un poco más la ciudad…
Por la noche otra vez paseamos por la calle de los bolichitos intercambiando palabras con extranjeros y otros compañeros del grupo de viaje que también se encontraban allí. Aunque esta vez hasta temprano dado que al otro día partíamos para Ho ian.

domingo, 3 de junio de 2012

Los templos de Angkor y el genocidio camboyano

La cena se extendió más de lo previsto  entre charlas y comunicaciones con Montevideo, dado que era el día de la madre; con lo cual no pude dormir, ya que el vuelo hacia Siem Reap era muy temprano.
Llegamos a Camboya en las primeras horas de la mañana, tramitamos las visas y salimos a buscar algo de dinero para poder tomar una van que nos lleve hasta el hostel que habíamos reservado.
Los camboyanos prácticamente no usan su moneda, si no que el dólar americano es la moneda más usada. Los cajeros te dan dólares y en el único momento en que ves algún riel (moneda camboyana), es cuando te dan algún cambio. Tampoco existen las monedas.
El chofer de la van que contratamos era muy amable y simpático, conversamos y nos recomendó lugares para quedarnos y cosas para hacer allí. Primero decidimos ver igual el lugar que habíamos reservado… no era feo, pero sabíamos que por esa plata podíamos conseguir cosas mejores.
Así que nos fuimos, a uno que nos recomendó el chofer… un hotel con piscina… por 6 dólares la noche! Un ganga!
El calor en Camboya es realmente insoportable… con lo que la piscina resultaba fundamental.
Ese día lo pasamos en la piscina y descansando un poco, a la tardecita cuando la temperatura bajó un poco (igual hacía mucho calor) nos fuimos a recorrer la ciudad caminando.
Paramos en un mercado a recorrer un poco y la idea era después comer algo por ahí… lo segundo no lo pudimos hacer… un diluvio nos agarró en el mercado. Nunca en mi vida vi llover tanto y durante tanto tiempo.
Conseguimos unos Tuk Tuk que nos llevaran hasta el hotel… cuando llegamos y nos disponíamos a cenar… apagón! Por suerte al rato volvió la luz y pudimos quedarnos allí comiendo algo y jugando al pool.
Al día siguiente nos levantaríamos temprano para ir a conocer los templos de Angkor. A las 5 de la mañana empezaba el tour.
Por suerte, cuando nos levantamos no llovía. La idea era poder ver el amanecer en Angkor Wat… lamentablemente algunas nubes impidieron que pudiéramos ver la salida del sol.
Es increíble e inmenso Angkor, no en vano muchos la consideran la octava maravilla del mundo. A uno no le da con un solo día para recorrer todos los templos, sin embargo sabíamos cuáles si o si debíamos hacer.
En los alrededores de los templos hay centenares de niños todos muy simpáticos, de entre 3 y 10 años que ofrecen cualquier cosa a un dólar. Realmente a uno se le parte el alma… te persiguen y lo único que te dicen es “ one dollar”…
Hay mucha pobreza y realmente la gente se desespera por algo de plata, niños jóvenes y adultos, te persiguen por todos lados tratando de que les compres algo.
A medida que transcurría el día en Angkor el calor se iba haciendo sentir… y eso que el chofer nos dijo que no era un de los días más calurosos. Mejor ni saber cómo es un día caluroso! No corría nada de aire y estaba muy húmedo… debí tomar más de 3 litros de agua y un par de helados en 4 horas.
Apuramos el paso en la recorrida de los templos para poder volver temprano al hotel  y hacer uso de la piscina. Realmente el calor impidió que disfrutáramos a pleno la belleza de ese lugar.
A la noche otra vez diluvio,  con lo cual aprovechamos a descansar, ya que al otro día partíamos temprano a la capital del país, Phnom Penh.
El ómnibus en el que nos trasladamos, era de lo más pintoresco, con cortinas con volados, peluches colgando y una tele donde pasaban  una telenovela cantada de lo más bizarra. El conductor hizo varias paradas, algunas para que él al costado de la ruta pudiera ir al baño y otras veces para comer.
En una de las paradas a comer, paramos en un mercado donde vendían varios platos típicos de Camboya… pude degustar una tarántula y un grillo! No eran tan feas como uno se puede imaginar, si te daba un poco de impresión tocarlas. No me animé con la cucaracha… era muy grande y bastante rellenita. 
Llegamos a la capital y nos pusimos a buscar un lugar para quedarnos, otra vez conseguimos un buen lugar, con piscina a 6 dólares. Ya era algo tarde como para realizar los paseos que teníamos pensado realizar, así que pasmos la tarde aprovechando la piscina del hotel y por la noche salimos a recorrer la ciudad a pie.
Al otro día contratamos varios tuk- tuk para realizar el paseo por los campos de exterminio e ir al museo del genocidio.
La verdad ha sido de los paseos que más me han gustado en lo que va del viaje… muy fuerte lo que uno ve y se entera allí. Como hace no muchos años el ejército de Pol Pot, masacraba a la población de Camboya, más de 3 millones de muertes de un total de 8 millones. Muy fuerte!!
A la tarde emprendimos viaje hacia Vietnam, en un ómnibus de similares características al que nos había llevado de Siem Reap a la capital. Cuando fuimos a hacer migraciones para entrar a Vietnam perdimos a 2 compañeras. Habían ido al baño y el ómnibus arrancó sin ellas. Por suerte a las pocas cuadras nos dimos cuenta que no estaban y les pedimos que las fueran a buscar.
Luego de unas 6 horas de camino llegábamos a Ho Chi Minh.