domingo, 27 de mayo de 2012

La sorpresa de Singapore

Singapur es quizás uno de los países que menos teníamos estudiado, nadie sabía mucho que había para hacer en esa ciudad -país. Probablemente esa haya sido la principal razón por la cual a todos nos gustó tanto… además de que realmente es hermoso. 
Singapur, es de primer mundo. Todo está ordenando, todo está impecable, lujosos autos recorren sus calles y los servicios son de primera. Quizá por eso es que debe ser el país más caro de vivir acá en Asia.
La población no es nada homogénea… es una mezcla de chinos, indios, malayos y algún que otro anglosajón.
Estábamos bastante cansados, por lo que descansamos hasta pasado el mediodía y decidimos ir a pasar la tarde en Sentosa,  una pequeña isla frente al país.
Fuimos hasta la playa, que a pesar de ser bastante artificial está muy linda. Hay varias actividades y muchos parques para hacer allí… las mayorías caras y dado que venía bastante fuera del presupuesto, decidimos hacer únicamente las actividades gratis.
Fuimos a ver un show con animales, donde a 2 amigas le colgaron una pitón albina sus cuellos y después del mismo podías ir y tocarla. Fue muy entretenido. Luego fuimos a tomar algo a un parador en la playa y a hacer algo de tiempo para poder ir a ver los 2 espectáculos de luces y agua que había al caer la noche.
La verdad es  que los 2 estuvieron impresionantes! Un lujo. El primero de ellos con 2 robots gigantes que simulaban ser cigüeñas y el otro con una especie de dragones que tiraban fuego.
Al otro día fuimos hasta el hospital a visitar a uno de nuestros compañeros que tuvo un accidente en China y se encontraba internado allí. La sacó regalada! Mucha fuerza y pronta recuperación, Seba, seguro en unos días nos encontramos en alguna parte del mundo.
El hospital era increíble y la atención que le brindaban la mejor. Estaba en muy buenas manos.  Tratamos de darle ánimo y despejarle un poco la cabeza y sobre todo hacerle entender que tenía suerte de estar bien, que podía haber sido mucho peor.
Después fuimos a Little India, un barrio muy pintoresco con infinidad de referencias a India y donde se encuentran concentrado la mayoría de los indios que viven en Singapur. Entramos a un par de templos y seguimos camino.
Luego recorrimos un  especie de shopping, de varios pisos, pero que lo único que vendían eran aparatos de última tecnología, de todo tipo uno encontraba lo que quisiera allí. Los precios eran algo más barato que en Montevideo, pero no regalados.
Por la tardecita nos fuimos hasta la bahía, la vista allí es increíble y nos quedamos a esperar que anocheciera para poder disfrutar más.
Otra vez vimos un espectáculo de luces y agua increíble, mejor que los otros 2 que habíamos visto antes.
Regresamos rápidamente al hostel, ya que esa misma noche salía el ómnibus que nos llevaba hasta Kuala Lumpur.
Seguimos las indicaciones del dueño del hostel para poder ir hast a la terminal… el problema fue que las mismas estaban mal y el mapa que nos hizo tb!!
Los minutos pasaban y no la encontrábamos… el calor era insoportable… corríamos para todos lados tratando de encontrarla, subíamos escaleras, cruzábamos puentes, todo a contrarreloj y con todo el equipaje encima… hasta que dimos con el lugar… estaba cerrado!! Perdíamos el ómnibus y el pasaje que ya habíamos comprado.
De repente Cebolla encontró otra entrada y pudimos ir a retirar los pasajes que ya habíamos pagado y el chofer del ómnibus nos espero. Estábamos todos empapados de sudor! Mi camiseta era agua pura.
El ómnibus era super cómodo y pudimos descansar bastante, luego de que bajara la adrenalina por el momento vivido. Los únicos momentos donde no dormimos fue cuando hicimos la migración para salir de Singapur y la de entrada a Malasia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario