La llegada en Hong Kong trajo más
imprevistos de los pensados…
Cerca de las 21 hs estábamos pisando suelo
chino, aunque por cuestión de visas no se considere así (los chinos lo
consideran como un país aparte . Nos estaban esperando Sole y Clau que habían
viajado un par de horas antes y habían averiguado como era la forma más barata
y cómoda de llegar al hostel.
Nos tomamos un ómnibus que está
especialmente diseñado para llevar a pasajeros desde el aeropuerto a la ciudad.
Sabíamos la parada donde debíamos bajarnos y cúanto debíamos caminar hasta
llegar al hostel.
En el camino al hostel Vane se sintió mal y
estaba con un dolor insoportable en la panza… estaba mal. Nos bajamos y empezamos a buscar el camino
para llegar al hostel, pero Vane casi ni se podía mover del dolor.
Decidimos que lo mejor era que fuera al
hospital para que vieran que era lo que tenía. Mientras algunos la acompañaban
hasta el hospital, otros buscábamos la forma de llega al hostel.
De repente nos dimos cuenta de que la dirección que habíamos averiguado y
el ómnibus que habíamos tomado no eran los correctos. Ya que nos habíamos
fijado en una reserva vieja!! Estábamos bastante lejos de dónde debíamos estar
y ya era pasada la media noche.
Por suerte una pareja de jóvenes nos pudo
ayudar y nos indicó la forma de llegar hasta nuestro lugar… Hong Kong parecía
ser una ciudad que nuca descansa… ya que a pesar de la ser la medianoche
parecía que fuese el mediodía por la cantidad de luces y la cantidad de gente
en la calle.
Para llegar nos teníamos que tomar 2 subtes
y cruzar la isla… a esa hora ya casi estaba cerrando… así que a toda prisa
logramos tomarnos los dos y llegar a buen puerto. Esperamos a
aquellos que se habían ido al hospital y llegaron con la triste noticia
que debían dejarla internada para hacerle estudios. Para peor el seguro del
viaje no daba bola…
Al otro día el seguro se puso en contacto y
las cosas se empezaron a encaminar… de todas maneras Vane seguía mal.
Empezamos a recorrer la ciudad… dado que es
inmensa creímos que la mejor forma de hacerla era en el subte. Por lo tanto nos dirijimos al centro de la
ciudad, el distrito financiero y empezamos a recorrer.
La vista se nos perdía entre aquelllos
inmensos edificios que parecían no tener fin… es realmente increíble cómo
aprovechan el poco espacio que tiene de forma tan eficiente.
Entramos a uno de los edificios más altos…
el Banco de China y a pesar de que no podíamos llegar hasta el tope pudimos ver
una espléndida vista de la ciudad desde lo más alto. Fue increíble!!
Dsps seguimos recorriendo la ciudad a pie y
fascinándonos con la espectacularidad de esos inmensos edificios. De repente nos perdimos y terminamos en un pequeño barrio, muy tradicional y más parecido a lo que yo me
imaginaba de China. Paseamos por un templo que encontraba allí.
La tarde transcurrió buscando noticias de
nuestra compañera que aún seguía internada y las recorridas por los mercados
tecnológicos en busca de algunas ofertas. La veradad es que Hong Kong no es tan
barato como se piensa, los precios si no son los mismos que en Uruguay, son un
10 o 20% menores, no hay gran diferencia.
Sobre el final de la tarde fuimos a visitar
a Vane, ya sabía que la iban a tener que operar del apéndice… un garrón mal;
pero dentro de todo no era una operación muy complicada y el hospital parecía
muy seguro.
A la noche nos maravillamos con el espectáculo
de luces de la bahía… increíble!!!
Sin dudas Hong Kong, ha sido una ciudad que
me sorprendió para bien. En la previa del viaje no tenía demasiadas
expectativas e incluso estuve a punto de no hacerla. A pesar de los accidentes
y de la lluvia que nos asoló prácticamente todo el día… realmente pasé un muy
buen momento en la ciudad.
Ahora, uno de los momentos más esperados,
las mini vacaciones en Filipinas… ya les contaré
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