El vuelo que nos llevaba hasta Bali creíamos no incluiría
comida a bordo, dado lo que decía el pasaje, y la compañía que nos llevaría ( Jetstars, compañía de low
cost), por lo que nos llenamos en la vip de Sydney.
Ya satisfechos nos
fuimos a abordar el vuelo y nos avisan que el mismo estaba demorado… eso me
quitaba horas de mi fugaz estadía en Bali… el retraso terminó siendo de algo
más de 2 horas.
Eran cerca de las 12 de la noche cuando llegamos al
aeropuerto de Bali, y apenas pisamos suelo, nos dimos cuenta de que eso era
otro mundo totalmente distinto al de los países que veníamos. El aeropuerto era
bastante sucio, desorganizado y no tan claramente señalizado como los
otros. En todos sus corredores se
respiraba un intenso aroma de inciensos. Largas colas en las ventanillas para
hacer el trámite del visado, que nos llevó cerca de hora y media a aquellos que
teníamos pasaporte comunitario.
Luego de hacer la visa fui a recoger la valija, estábamos
todos cansados y queríamos llegar rápido al hotel a descansar. Perdí de vista
por un segundo a mis amigos y de repente se me acercan tres hombres, vestidos con un uniforme de camisa celeste y con un
escudo bordado al costado. Me pidieron que les mostrara el pasaporte; dado que
casi todos las personas con las que había tratado dentro del aeropuerto, los de
visas, migraciones y demás estaban vestidos así, pensé que eran oficiales de policía.
Rápidamente accedí al pedido y les mostré el pasaporte y la
visa que recién había sacado. Entonces uno de ellos me toma la maleta y se
dirige a la zona de rayos x y me piden que vaya con ellos. Pensé que capaz me
podían hacer algún problema porque traía el paquete de yerba abierto…
Los otros dos me pidieron la mochila y el morral y nos fuimos
a hacer el scaneo del equipaje. Seguía sin entender mucho, pero ya nos había
pasado que a veces algún oficial se detuviera a revisar las cosas que uno traía
detenidamente.
Pasé el scaner y nada… parecía que había salido olímpico y
ya me podría ir a descansar… les pedí
que me devolvieran las pertenencias para poder irme y me dijeron “ No, the
tip”!! (es bastante malo el inglés de ellos). Les dije que no tenía nada, que
recién había llegado. Pero a un metro del scaner, habían casas de cambio y me dijeron que
cambiara dólares para que les diera su “propina”. Unos ladrones!!! Me querían
sacar dinero por haberme pasado las valijas por el scaner!! El tema es que
ellos tenían todas mis pertenencias… Así que tuve que cambiar algunos dólares,
obviamente a un tipo de cambio malo (los de las casas de cambio están
arreglados tb) y dárselos, para que me devolvieran mis cosas. Quedé re
caliente…
En seguida me encontré con mis amigos y les conté para que
estuvieran atentos… eran todos unos chorros ahí. Salimos del aeropuerto para
conseguir un taxi… el calor era insoportable!
Como si fuéramos la presa de un montón de chacales, se
acercaron a nosotros por lo menos 20 taxistas ofreciéndonos llevarnos a donde
quisiéramos.
El ambiente estaba heavy y nos pedían cifras altas para lo
que nosotros sabíamos eran los precios… Varios minutos regateando y haciendo la
actuación de que nos íbamos caminando. Finalmente encontramos a uno, a un
precio que nos pareció razonable. Además llamó al hotel, para averiguar donde
quedaba exactamente y ya aprovechamos nosotros para hablar y preguntar por
nuestras habitaciones.
Las reservas las
habíamos hecho unas horas antes de llegar y nos habían notificado un par de
horas más tarde que no tenían esas
habitaciones pero que nos alojarían en otras.
Nico, habló con la persona de la recepción del hotel y le
dijo que fuera, que estarían las
habitaciones prontas para nosotros.
Llegamos luego de unos cuantos minutos arriba de la
camioneta y luego de pasar algunas calles y lugares un poco peligrosos… además
el conductor hablaba por el celular y nosotros no entendíamos nada… estábamos
regalados.
Llegamos al hotel… y nada!! No había habitaciones
disponibles…tampoco nos querían devolver la reserva! A todo esto ya eran las 3
de la mañana!
Luego de un rato y varias llamadas, apareció un joven en una
moto que dijo que nos podía conseguir algunas habitaciones para descansar. Le dijo al taxista que lo siguiera… las
calles eran cada vez peores…angostas… no se veían casas… de terror de verdad.
Finalmente llegamos al lugar… bastante lamentable… por
afuera parecía un viejo hotel abandonado, pero queríamos descansar así que aceptamos la
tarifa y nos fuimos a las habitaciones… por cierto la mía no tenía tranca así
que tuvimos que poner un ropero para que no la abrieran.
Al otro día, apareció el dueño y nos dijo que el que nos
atendió era una especie de sereno y que en realidad el precio de la habitación
era la mitad que nos había cobrado.
Nos fuimos para Kuta y buscamos otro lugar para que se
queden los chiquilines, yo tenía que irme al mediodía para el aeropuerto.
Recorrí un poco las calles de Kuta, es increíble como se
regatea allá… podés llegar a sacar las mercaderías que te ofrecen por mucho
menos de la mitad de lo que te dicen.
Al mediodía me despedí de mis amigos, la verdad, pasé
momentos increíbles con ellos. Muchas gracias!!
Me encontré con otros amigos en el aeropuerto
para hacer el check in e irnos a Hong Kong.
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