lunes, 30 de abril de 2012

Sydney a pie


Llegamos a Sydney luego de una noche fría en el aeropuerto de Auckland. Estábamos tan cansados que logramos conciliar el sueño por un rato a pesar de lo incómodo de los asientos del aeropuerto. La claridad del día nos hizo saber que debíamos hacer el check in y antes de abordar pasamos por la vip, para desayunar bien.
El camino al hostel, lo hicimos en una camioneta  con unas chilenas que venían de China y nos pasaron algunos piques de qué comprar y en dónde.
El Hostel estaba bastante bien y muy bien ubicado, pedimos para dejar las valijas y tomar una ducha, ya que todavía la habitación no estaba disponible.
Almorzamos algo y salimos a recorrer la ciudad a pie, por momentos con algo de lluvia. Como el día no acompañaba decidimos ir al acuario, uno de los mejores del mundo. A pesar de que esperaba más, estuvo muy bueno. Sobre todo la parte donde se puede ver debajo del agua pasar a tiburones y grandes mantas rayas. Impresionante!!
Cuando salimos ya estaba oscureciendo y decidimos ir hasta la Opera House. La verdad es que el paseo es divino. Nos quedamos un rato largo allí y regresamos al Hostel a cenar.
Mientras cenábamos, nos hicimos amigo de un vasco, cuasi etarra, que se encontraba trabajando allí por unos meses. Estaba convencido que Euskadi se independizaría en menos de dos años… La discusión se tornó interesante y se fue para largo.
Llegada la medianoche decidimos ir a un boliche que nos habían recomendado en el Hostel… explotaba!! Y eso que era Lunes. Lleno de back packers de todas partes del mundo, muy divertido!
Al otro decidimos tomarnos un ómnibus gratis para conocer más la ciudad. En 5 minutos habíamos hecho 2 cuadras, así que nos bajamos y empezamos a caminar de nuevo. Pasamos por un gran parque, el Hyde Park y entramos en una catedral inmensa que había allí.
Nos sorprendió que siendo cerca de las dos de la tarde, se estuviera por realizar la misa y que mucha gente de portafolio y con traje, saliera de sus trabajos para ir a ella.
Recorrimos un poco más, pasamos por el botánico y decidimos entar a la Opera House. Una visita guiada adentro de ese impresionante edificio. La verdad es que no sólo es increíble por fuera si no también por dentro. En una de las salas en las que entramos pudimos ver un ensayo del ballet que allí estaban haciendo.
Por la tarde, algunos cansados de tanto caminar todo el día (estoy seguro que nunca en mi vida caminé tanto como lo hice en Sydney), y otros porque querían aprontarse para poder ir a ver el ballet a la noche, regresaron al hostel. Con Nacho y Josepe nos fuimos a caminar por el puente. La vista de allí es muy buena y se aprecia toda la ciudad.
A la noche fuimos a comer a un lugar de espeto corrido, bastante barato,  nos partimos la boca. Más tarde habíamos quedado en ir a conocer la famosa zona roja de Sydney, la King Cross.
Nos quedaba un poco lejos y era tarde así que fuimos en taxi, le preguntamos al taxista si estaba media complicada la cosa allí y nos dice “ayer mataron a 2”… chan!!
Llegamos y la cosa no era para tanto. La ciudad vieja de noche es muchísimo más peligrosa que ese lugar. El lugar está lleno de boliches y de gente joven de todas partes del  mundo. Tremenda movida. La entrada a los boliches era cara, así que regresamos y pasamos por uno cerca del hostel que era muy barato…apenas entramos no entendimos nada, era un zoológico!! Estaba lleno de chinos, bailando muy extraño y un hindú que creo que era el hermano de Nelson el enano de Susana que nos miraba y tiraba pasos! Jeje fue muy divertido
El último día en Sydney, era fiesta nacional allí, el Anzac day. No sabíamos muy bien lo que era, vimos varios desfiles de militares, por lo que debe ser fecha de alguna batalla o algo. Fuimos al puerto y nos tomamos un ferry  para recorrer Manly beach, un lugar con unas playas increíbles a sólo 30 minutos de la ciudad. Almorzamos allí y regresamos para tomar el avión que nos llevaría a Bali.
La verdad me gustó mucho la ciudad, no esperaba tanto de Sydney y me quedé con ganas de pasar algún día más allí…capaz algún día regrese…

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